El consumismo, más que una simple aseveración social

Se ha planteado en esta era de la hiperconectividad, que sus actores desde temprana edad se exponen a las reglas del mercado y por tanto a la lógica del consumo, se trata entonces de corresponderse a la excesiva “necesidad” social de tener u obtener cosas que muchas veces no son indispensables, pero sentimos que sí, debido a que nos dejamos influenciar de muchas cosas como las modas, tendencias y el sinnúmero de publicidad que nos trata de persuadir.

Si bien las categorías con las que usualmente se analiza la dinámica de la sociedad, esta ha   cambiado, pues ya no es factible concebirla a la luz de estructuras a ultranza antagonistas y por ello la perpetuidad de un solo paradigma productivo como lo afirmaría Fukuyama, no menos cierto es la irrupción de nuevos sistemas que intentan poner en contextos nociones de vanguardia si se nos permite la afirmación, como sería la de un Estado Social de Derecho. Sin embargo, no se puede desconocer la irrupción de la era del consumo.

Por las redes de información transitan millones de datos e información, los sistemas artificiales de las plataformas y redes sociales, casi que en forma inmediata nos vinculan a un tipo de consumo. Los grandes espectáculos nos bombardean con la idea de consumo, exponiendo en sus vallas publicitarias algún tipo de producto que invita al consumo. El traslado de un territorio a otros por vía terrestre no se queda atrás, también emerge la publicidad sobre el consumo; ni que decir con los procesos de la cotidianidad que también se han vinculado a la era del consumo: Cumpleaños, festivos, encuentros familiares…entre otros, definitivamente el consumo nos define. De allí entonces que se puede inferir como las personas estamos tan cegadas en lo que creemos satisfactorio para nosotros sin darnos cuenta que somos títeres y    reflejo de una minoría de la sociedad  que en procura de su beneficio propio y aumentar su poder, manipula las implicaciones de la libertad, la felicidad, el valor e incluso el mismo precio. Esa minoría entiende la trascendencia de la obsolescencia de los productos en una era del consumo, por ello no es necesario la coacción del sistema productivo, ahora es el mismo sujeto quien se instrumentaliza como siervo, vasallo o esclavo, pues hay evitar la exclusión, buscar una nueva identificación a través de la cual me visibilice.

Cualquier ser humano es consumidor independientemente de la situación en la que nos veamos implicados y esto se debe a que las personas estamos en un constante consumismo, aunque nos falte o nos sobre dinero, tengamos o no el acceso necesario a dispositivos de información, siempre nos influencian, sea en periódicos, en comunicados, por la radio y los seres humanos en esta era tiene la necesidad de consumir para satisfacerse psicológicamente.

Sin embargo, empiezan a verse luces y que interesante que la movilización de los mismos está en el sentido de la sostenibilidad y por ello hacemos apología a la configuración de una nueva ética de consumo.

REALIZADO POR:

Estudiante Comunicación y Medios digitales(Sem I): Natalia Madariaga

Estudiante Comunicación y Medios digitales: (Sem I): Camilo Palacio

Estudiante Comunicación y Medios digitales : (Sem I): Javier Guzmán

Docente Análisis retrospectivo de la historia: Mg Reinaldo Rico Ballesteros.

Mayo 5/2022

Vistas 1.527