Ciudadanía en el Ámbito de la Globalización: Un Análisis Crítico desde Cortina, Camps y Nussbaum
La globalización ha modificado de manera significativa las nociones de ciudadanía, generando tanto desafíos como oportunidades para su comprensión en el siglo XXI. Esta expansión global no se limita a la integración económica, sino que también abarca la interconexión social, cultural y política, lo que exige una redefinición del rol del ciudadano en este contexto. Autores como Adela Cortina, Victoria Camps y Martha Nussbaum han tratado el tema de la ciudadanía desde perspectivas filosóficas que se enfocan en la ética, la justicia y la responsabilidad global, ofreciendo claridad sobre cómo enfrentar los desafíos de un mundo cada vez más interconectado y desigual.
Ciudadanía y Globalización: Entre la Identidad y la Cosmópolis
Uno de los debates más relevantes sobre la ciudadanía en el contexto de la globalización es la tensión entre la identidad nacional y la responsabilidad cosmopolita. En este sentido, Adela Cortina propone un enfoque de ciudadanía ética, que se basa en los valores de la justicia y la responsabilidad compartida. Según Cortina, la ciudadanía no debería estar restringida al ámbito geopolítico del estado-nación, sino que debe ser entendida como una práctica ética que se extiende más allá de las fronteras. Su trabajo sobre la «ciudadanía cosmopolita» subraya que, en un mundo globalizado, la justicia no puede limitarse a lo local; debe abordar las desigualdades y los problemas globales que afectan a la humanidad en su conjunto, como el cambio climático, la pobreza y la migración.
Victoria Camps, por su parte, destaca la importancia moral de la ciudadanía. En su obra «Virtudes Públicas», resalta la necesidad de cultivar virtudes cívicas como la solidaridad, la responsabilidad y el respeto a la diversidad, que son fundamentales para una ciudadanía activa y comprometida en el contexto global. Según Camps, la globalización ha fragmentado las identidades culturales y políticas, lo que complica la creación de un sentido de pertenencia compartido. Sin embargo, la clave está en educar para la convivencia, promoviendo el diálogo intercultural y el respeto a las diferencias, lo que permitiría a los ciudadanos desenvolverse en un mundo donde las fronteras nacionales ya no marcan los límites de la acción política o moral.
Martha Nussbaum, por su parte, ha defendido la necesidad de una educación que prepare a los individuos para la «ciudadanía mundial». Su enfoque, que se basa en el cosmopolitismo estoico y kantiano, sostiene que la educación debe capacitar a los ciudadanos no solo para participar en sus comunidades locales, sino también para comprender y asumir responsabilidades a nivel global. En su obra «Sin fines de lucro», Nussbaum critica el enfoque tecnocrático de la educación moderna, que prioriza las habilidades económicas en lugar del pensamiento crítico y las humanidades. Para Nussbaum, una educación que no fomente la empatía y la capacidad de pensar en términos globales puede resultar en ciudadanos indiferentes ante las injusticias.
Desafíos Éticos de la Ciudadanía en la Globalización
En la era de la globalización, la ciudadanía se enfrenta a nuevos desafíos éticos que exigen una revisión de las teorías clásicas. Uno de los problemas más significativos es la desigualdad global. Como menciona Adela Cortina, la globalización ha aumentado las interdependencias económicas, pero también ha ampliado las brechas entre ricos y pobres, tanto a nivel internacional como dentro de los países. Esto representa un reto para la ciudadanía, ya que muchos ciudadanos de naciones desarrolladas se benefician de esta interconexión económica, mientras que otros, especialmente en el Sur Global, padecen las consecuencias de la explotación y la marginación. En este contexto, la ciudadanía debe incorporar una conciencia crítica sobre las estructuras económicas globales y su efecto en la justicia social.
Victoria Camps también destaca la relevancia de la justicia en la ciudadanía global. En un mundo interconectado, los ciudadanos deben ser capaces de identificar las injusticias que van más allá de las fronteras nacionales y estar dispuestos a actuar en consecuencia. Esto incluye, por ejemplo, la lucha contra la discriminación y el racismo en un contexto donde las migraciones masivas, a menudo forzadas, generan tensiones en las sociedades que las reciben. Para Camps, la ciudadanía no puede ser pasiva; debe ser activa en la creación de sociedades más justas y equitativas, tanto a nivel local como global.
Martha Nussbaum se enfrenta al reto de la educación en un mundo globalizado. En su obra, enfatiza que una educación cosmopolita no debe limitarse al desarrollo de habilidades técnicas, sino que también debe formar ciudadanos que puedan empatizar con personas más allá de sus propias comunidades. Esta perspectiva es fundamental en un mundo donde los problemas globales, como el cambio climático, la pobreza y las pandemias, exigen soluciones colaborativas y globales. Nussbaum sostiene que la ciudadanía global debe ser tanto ética como emocional, capaz de reconocer la humanidad compartida en todos los individuos, sin importar su origen o estatus socioeconómico.
Hacia una Ciudadanía Global y Ética
La ciudadanía en el marco de la globalización, como argumentan Adela Cortina, Victoria Camps y Martha Nussbaum, demanda una reformulación profunda que integre la ética, la justicia y la educación. En un mundo donde la interdependencia y las desigualdades son cada vez más marcadas, el concepto de ciudadanía debe ir más allá de las fronteras nacionales y adoptar un enfoque cosmopolita. Los ciudadanos del siglo XXI deben estar equipados con las herramientas intelectuales y morales necesarias para enfrentar los desafíos globales, desde la justicia económica hasta el respeto por la diversidad cultural. Solo a través de una ciudadanía ética, solidaria y educada para el mundo, podremos construir sociedades más justas y equitativas en esta era de globalización.
Referencias
Camps, V. (2008). Virtudes públicas: Principios éticos entre la vida privada y la vida pública. Editorial Anagrama.
Cortina, A. (2005). Ética de la razón cordial: Educar en la ciudadanía en el siglo XXI. Editorial Nobel.
Cortina, A. (2017). Aporofobia, el rechazo al pobre: Un desafío global. Paidós.
Nussbaum, M. C. (2010). Not for Profit: Why Democracy Needs the Humanities. Princeton University Press.
Nussbaum, M. C. (2011). Creating Capabilities: The Human Development Approach. Harvard University Press.
Ana Maria Miranda Tapias. Coordinadora de formación Integral, vinculada a la Institución Educativa Departamental Rural de Cantagallar (Piñón- Magdalena)
Reinaldo Rico Ballesteros. Docente tiempo completo Universidad de la Costa. Adscrito al Departamento de Humanidades (Barranquilla). Docente Institución Educativa Oficial Ondas del Caribe. (Santa Marta) Adscrito al área de Ciencias Sociales (Historia, filosofía, economía y política)