El arte de aceptar

En la filosofía japonesa “Ukeireru” es el arte de aceptar, de abrir el corazón a lo que es, sin resistencias ni juicios. No se trata de resignarse o conformarse, sino de adoptar una actitud de apertura ante la realidad, abrazando incluso aquello que no podemos cambiar. Es una invitación a vivir en paz con lo que nos rodea y con nosotros mismos.

En la vida diaria muchas veces luchamos contra lo inevitable: nos resistimos a las situaciones que no van como planeamos, a las personas que no actúan como esperamos o a las emociones que preferiríamos evitar. Ukeireru nos recuerda que, en lugar de gastar nuestra energía en resistir, podemos usarla para adaptarnos, aprender y crecer.

La aceptación es el primer paso para transformar nuestra relación con la realidad. Por ejemplo: cuando enfrentamos una pérdida, aceptar no significa que el dolor desaparezca, pero nos permite vivirlo con serenidad, reconociendo que forma parte de nuestra experiencia humana. O cuando alguien nos lastima, en lugar de aferrarnos al rencor, podemos aceptar lo sucedido como una lección y liberar nuestro corazón del peso innecesario.

En el ámbito laboral, Ukeireru nos enseña a lidiar con los cambios y a fluir con las dinámicas de equipo. Cuando aceptamos que las circunstancias no siempre estarán bajo nuestro control, aprendemos a encontrar soluciones en lugar de quedarnos estancados en la frustración.

Ukeireru también es una invitación a aceptarnos a nosotros mismos con nuestras virtudes y defectos, nuestras luces y sombras. Solo cuando dejamos de luchar contra quienes somos, encontramos la libertad para mejorar desde un lugar de amor propio y no de autocrítica destructiva.

La aceptación, según esta filosofía, no nos hace débiles; al contrario, nos fortalece al permitirnos vivir en armonía con el presente. Aceptar no significa que renunciemos a nuestros sueños o deseos, sino que nos conectamos con el ahora como punto de partida.

Practicar Ukeireru cada día es un acto de sabiduría y humildad. Es reconocer que no podemos controlar todo, pero sí podemos elegir cómo respondemos. En esa elección, encontramos paz, claridad y la posibilidad de vivir plenamente.

Alberto Linero G.

Profesor Universidad de la Costa

Vistas 1.927