El efecto Pigmalión: Impacto de las expectativas en la educación

Según la literatura griega, la historia de Pigmalión se remonta a lo mítico, donde este personaje, en la búsqueda de la mujer perfecta, decidió esculpir la figura femenina que imaginaba. Su creación fue tan hermosa que se enamoró de ella y deseó tanto que esa estatua se convirtiera en mujer, que los dioses le cumplieron el deseo y quedó convertida en una fémina de carne y hueso. Es así como desde el mito se llega a las realidades sociales y se incursiona a la investigación en el campo educativo, cuando a partir del año 1968, comenzaron a realizarse numerosas investigaciones sobre la influencia que tienen las expectativas de los profesores en el rendimiento y en la conducta de los estudiantes, por lo que hoy se enuncia el efecto Pigmalión como el proceso por el cual las creencias y expectativas de un ser humano pueden provocar en los demás una determinada respuesta que confirme estos factores, por lo que la función de un maestro es tan importante que si piensa que el estudiante puede tener un alto o bajo rendimiento académico, probablemente tenga alguna repercusión en este y en el comportamiento del estudiante. Dicho efecto tiene implicaciones sobre la autoestima, aprovechamiento académico, actitudes, motivación, conducta y comportamientos, por lo que es de gran importancia que los maestros ofrezcan confianza a partir del aprendizaje autónomo, conocimiento de los intereses, ritmos de aprendizajes y adaptabilidad de los estudiantes. (Buron, 1994; Borja y Solís, 2017; García, 2015; Garcés 2020; y González Rey, 2007b).

 Una práctica educativa a conciencia por parte del profesorado donde se acompañe desde la subjetividad intencionada con una firme expectativa, es de gran importancia e impacta decisivamente en el rendimiento escolar del estudiantado.

En virtud de lo anterior, es menester tener en cuenta los aspectos lógicos, cognitivos e intelectuales sobre el carácter subjetivo del estudiante, su emocionalidad, las formas singulares de implicación subjetiva con relación al aprendizaje, entendiendo éste como un sistema complejo, articulado en forma de historias de vida del aprendiz a través de sus experiencias en los diversos y diferentes contextos en donde transita, entendiéndose la subjetividad como una producción cualitativamente diferenciada de los seres humanos dentro de las condiciones sociales, culturales e históricamente situadas en las que viven (Mejía, 2009, González Rey y Mitjáns Martínez, 2017a; Devia, 2024, Subero y Esteban, 2020), con el fin de hacer de la humanidad un ente ético y de sus individuos unos promotores del progreso intelectual, social, ético y moral.

El efecto Pigmalión engloba una palabra fundamental; “expectativas”. En un sentido general, se visiona como la profecía autocumplida y es un fenómeno psicológico que evidencia cómo las expectativas de una persona pueden influir en el desempeño de otra.

Comprender este efecto no sólo revela el poder de la mente y de las relaciones interpersonales, sino que también plantea una gran responsabilidad ética en quienes ejercen influencia sobre otros. Con respecto a esta idea se han basado múltiples estudios conductuales, la mayoría de corte educativo y laboral.

Se estima que el efecto Pigmalión se presenta de dos maneras; se denomina efecto Galatea cuando se estimula al estudiante de manera positiva para alentarlo a realizar ciertas actividades, haciéndolo sentir seguro y confiado, por otro lado, puede surgir cómo efecto Golem donde en lugar de mejorar su rendimiento este va descendiendo considerablemente, el cual suele ser destructivo para la formación de los estudiantes, de manera que un maestro puede llegar a condicionar altas expectativas sobre algún estudiante y motivar en él la confianza y desempeño. (Cerebrotes, 2021; Pérez, L. (2023).

En aras de lograr un aprendizaje significativo es importante reconocer a los estudiantes como personas en su total individualidad, con propósitos y objetivos, con necesidades y capacidades reales, con problemas y subjetividades, con potencialidades y sueños. Por ello, es fundamental que quienes tienen roles de influencia, como docentes, padres o líderes cultiven expectativas positivas, realistas y centradas en el potencial, donde se les impulse a ser su mejor versión. Al hacerlo, no solo se favorece el crecimiento de quienes los rodean, sino que también se construyen entornos más justos, empáticos y motivadores.  

Referencias bibliográficas.

Borja, V., y Solís, P. (2017) El efecto Pigmalión en la práctica docente. PublicacionesDidácticas, 83, 193-195.

Buron, J. (1994). Motivación y aprendizaje. Bilbao: Mensajero

Cerebrotes. (2021, 7 junio). El efecto Pigmalión en el aula: Cómo las expectativas de los demás influyen en nuestros resultados. [Vídeo]. YouTube. htpps://www.youtube.com/watch?v=TEJmxGu4Li0

Devia E. (2024).  El papel de la subjetivación en el proceso educativo. Revista Educativa     | Vol. 12 , Núm. 2, 2024

Garcés, P. (2020). El Efecto Pigmalión: Conciencia por parte del profesorado de su importancia y de cómo influye en el rendimiento escolar del alumnado. Facultad de Ciencias Humanas y de la Educación. Campus de Huesca

García, J. (2015). El efecto Pigmalión y su efecto transformador a través de las expectativas. Revistas UJAT, 57, 40-43.

González Rey, F. (2007b). Los procesos de construcción de la información. Mc Graw Hill: México

González Rey, F. y Mitjáns Martínez, M. (2017a). El desarrollo de la subjetividad: una alternativa frente a las teorías del desarrollo psíquico. Papeles de Trabajo sobre Cultura, Educación y Desarrollo Humano, 13(2), 3-20

Mejía, E. (2009). Un cambio de actitud a partir del aprendizaje autónomo para potenciar el desarrollo de la inteligencia. Revista Educación y Humanismo, No. 17 – pp. 118-125

Pérez, L. (2023, octubre 5). Efecto Pigmalión en Educación https://www.youtube.com/live/P_DO9xgfaiI?si=s-7DFiTUzHBo46Y5

Subero, D., Esteban, M. (2020). Más allá del aprendizaje escolar: el rol de la subjetividad en el enfoque de los fondos de identidad. Ediciones Universidad de Salamanca Número. 32, 1, pp. 213-236

Autores:

Ever Javier Mejía Leguía

Mg en educación, Dr. en educación

Emejia13@cuc.edu.co

Evelyn Hernández Yañez

Estudiante de la Licenciatura en Ciencias de la educación, Universidad Vizcaya de las Américas, Campus Tulancingo Hidalgo, México

e48189450@gmail.com

Alondra Citlalli Barragán Morales

Estudiante de licenciatura en Psicología, Universidad de Guadalajara. Jalisco, México

alondra.barragan5165@alumnos.udg.mx

Anthony Alfredo Esquivel Izquierdo

Estudiante de la Licenciatura en Ciencias de la Educación, Universidad Vizcaya de las Américas, Campus Morelia, Michoacán, México

alfredoesquivel131@gmail.com

Ireri Guadalupe Caro Nuño

Estudiante de licenciatura en Psicología, Universidad de Guadalajara. Jalisco, México

ireri.caro5404@alumnos.udg.mx

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