Globalización y Socialización

Jader Igirio Tesillo

Profesor Universidad de la Costa

Más allá de hacer un juicio de valor de las nuevas formas de externalización subjetivas que vienen con el fenómeno social de la globalización, se busca aquí describir esas formas de interacción que desafían al joven contemporáneo. Esta nueva forma de interacción de los diversos aspectos de la vida social ha causado sobre todo una transformación de los elementos de cohesión identitaria del ser humano, más allá de su autoconciencia de pertenecer a una raza, la identificación se basa en marcas de empresas que definen el estatus social del individuo.

Poseer un teléfono con el símbolo de una manzana medio mordida tiene más relevancia que tener un cuerpo, la condición para expresarse no la garantiza tener un cuerpo que pueda transmitir emociones y sentimientos, esa no es la condición sine qua non, la garantía de la expresión del sujeto se sustenta en un dispositivo inteligente (Croteau y Hoynes, 2015).

La globalización ha traído consigo la novedad de la “proximidad virtual” (Bauman, 2007), haciendo de las conexiones humanas algo al mismo tiempo habitual y superficial, se vive con más intensidad, pero con menos duración, esas conexiones no llegan a ser un vínculo por su exagerada superficialidad, reduciendo el lenguaje a la involución de la expresión oral a través de los emoticones disponibles en los chats de los smart phone. En los términos comerciales desde los cuales se mide la efectividad de la proximidad virtual estar conectado es más rentable que estar relacionado, pero también bastante menos provechoso en la construcción de vínculos y su conservación (Bauman, 2007).

La gran paradoja de la utilización de los smart phone, en la era de las conexiones, es la mutación de lo contingente y lo esencial, el aparato se convirtió en lo esencial, mientras que la proximidad real se volvió contingente. El tiempo invertido para mantener un teléfono inteligente con la suficiente batería o con las aplicaciones necesarias para su utilización es inversamente proporcional al tiempo que se emplea para relacionarse, así el medio se convirtió en el fin. La gente que rodea a un individuo conectado al otro lado del mundo es irrelevante, aun cuando la globalización ha hecho el mundo mucho más pequeño en tiempo y distancia, lo ha hecho más largo en proximidad existencial (Bauman, 2007).

Referencias

Bauman, Z. (2007). Amor Líquido. Acerca de la Fragilidad de los vínculos humanos. México D. F: Fondo de Cultura Económica.

Croteau, D. y W. Hoynes. (2015). Sociologia Generale. Temi, concetti, strumenti. Milano: McGraw-Hill Education.

 

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