"Jugando para aprender: la gamificación como herramienta innovadora en la enseñanza del inglés"

La gamificación como estrategia lúdica para la enseñanza del inglés en la educación básica primaria ha demostrado ser una herramienta eficaz y motivadora para el aprendizaje de este idioma. Al incorporar elementos de juego en el proceso de enseñanza, se crea un entorno atractivo y divertido que captura la atención de los estudiantes y les permite adquirir conocimientos de manera más natural y significativa.

En esta etapa del desarrollo, los niños aprenden mejor a través del juego y la exploración. La gamificación aprovecha esta natural inclinación hacia el juego para hacer que el aprendizaje del inglés sea una experiencia emocionante y gratificante. Al utilizar mecánicas de juego como puntos, insignias, tablas de clasificación y desafíos, se fomenta la motivación intrínseca y se incentiva a los estudiantes a esforzarse y superar obstáculos.

Por otra parte, la gamificación promueve un aprendizaje activo y experiencial, donde los estudiantes no solo memorizan vocabulario y reglas gramaticales, sino que también las aplican en contextos lúdicos y situaciones simuladas. Esto les permite desarrollar habilidades comunicativas de manera práctica y natural, reduciendo la ansiedad y el miedo al error que a menudo se experimenta al aprender un nuevo idioma.

Las actividades gamificadas, como juegos de roles, rompecabezas, historias interactivas y aplicaciones móviles, brindan oportunidades para la práctica constante y la retroalimentación inmediata. Esto permite a los estudiantes identificar y corregir sus errores de manera más efectiva, a la vez que refuerzan los conceptos aprendidos.

Otra ventaja de la gamificación es que fomenta la colaboración y la interacción social entre los estudiantes. Al trabajar en equipo para resolver desafíos o participar en competencias amigables, los niños desarrollan habilidades de comunicación, resolución de problemas y trabajo en equipo, todas ellas fundamentales para el aprendizaje del inglés y para su desarrollo personal. Además, la gamificación permite personalizar y adaptar el proceso de aprendizaje a los diferentes estilos y ritmos de los estudiantes. Los docentes pueden ajustar los niveles de dificultad, ofrecer diferentes caminos de progresión y brindar retroalimentación personalizada, lo que fomenta un aprendizaje más inclusivo y efectivo.

Valentina Gutiérrez – Estudiante de V semestre – Licenciatura en Educación Básica

Erick Futo Silva – Coordinador de Área Investigativa

Universidad de la Costa

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