La Crisis Global del Aprendizaje y los Desafíos para el Futuro de la Educación
La crisis del aprendizaje, que fue anunciada por el Banco Mundial en 2018, representa un problema serio que afecta a una generación de niños y que se ha visto agravado por la pandemia de COVID-19. El cierre de escuelas, que impactó a más de 1500 millones de estudiantes en todo el mundo, ha acentuado las desigualdades en la educación, provocando importantes pérdidas de aprendizaje y matrícula. En la actualidad, investigadores y responsables políticos se enfrentan al desafío de abordar estas pérdidas mediante reformas audaces e inversiones estratégicas en los sistemas educativos. Un informe reciente del Estudio Internacional de Progreso en Comprensión Lectora (PIRLS) 2021 proporciona nuevos datos que iluminan los resultados de lectura de los alumnos de cuarto grado en 57 países, destacando tanto las pérdidas como los avances en la educación después de la pandemia.
La magnitud de la crisis del aprendizaje
El PIRLS 2021 muestra una notable disminución en los puntajes de lectura en el 69 % de los países evaluados entre 2016 y 2021, lo que indica una preocupante regresión en la capacidad de los estudiantes para entender lo que leen. En naciones como Letonia, Azerbaiyán, Kazajstán y Sudáfrica, los puntajes promedio cayeron más de 30 puntos, lo que significa que los estudiantes han perdido más de un año de progreso en lectura. Esta caída es especialmente alarmante si consideramos que aprender a leer es un pilar esencial para el éxito académico y el desarrollo personal de los niños. Aunque los datos del PIRLS son solo una parte de la situación, ya que no incluyen fenómenos como la deserción escolar, son un claro indicador de que muchos sistemas educativos no están logrando ofrecer una educación de calidad a sus estudiantes.
El aumento en la desigualdad de habilidades lectoras
El informe también resalta un aumento considerable en la proporción de estudiantes con habilidades lectoras limitadas. En 28 países, el porcentaje de niños que no logran alcanzar el nivel mínimo de competencia lectora (un puntaje de 400 en la escala del PIRLS) ha crecido entre 2016 y 2021. Este aumento refleja cómo la pandemia ha intensificado las brechas de aprendizaje que ya existían. Países como Azerbaiyán, Letonia, Kazajistán y Sudáfrica han visto un incremento en la cantidad de estudiantes con bajo rendimiento en lectura, lo que sugiere que los esfuerzos para mitigar las pérdidas de aprendizaje no han sido suficientes. Esta situación es especialmente alarmante, ya que la capacidad de leer y entender textos es crucial no solo para el éxito académico, sino también para la participación cívica y el desarrollo social de los niños.
Casos de éxito: Avances en el aprendizaje
A pesar de la situación desalentadora que enfrentan muchos países, algunos han logrado avances notables en el aprendizaje durante el período analizado. Emiratos Árabes Unidos, Qatar y Egipto han visto mejoras en los puntajes de lectura de más de 30 puntos, lo que indica que las políticas educativas implementadas en estos países han sido efectivas para mitigar las pérdidas ocasionadas por la pandemia. Sin embargo, estos avances, aunque significativos, no son suficientes para cerrar la brecha de aprendizaje. En Egipto, por ejemplo, aunque la proporción de niños que no alcanzan el nivel mínimo de competencia ha disminuido del 69 % al 55 %, sigue siendo preocupante que más de la mitad de los estudiantes no logren un nivel adecuado de lectura. Estos casos de éxito demuestran que, con las políticas adecuadas y el compromiso de las autoridades, es posible revertir las tendencias negativas en el aprendizaje.
El llamado urgente a reformas y políticas audaces
El informe del PIRLS subraya de manera contundente que el mundo se enfrenta a una crisis del aprendizaje que se ha agravado a raíz de la pandemia. En 2016, los países se comprometieron a asegurar una educación primaria de calidad para todos los niños, en línea con el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 4. Sin embargo, los datos del PIRLS muestran que muchos países están más lejos de alcanzar este objetivo que antes de la pandemia. A pesar de los esfuerzos de docentes, escuelas y comunidades, es claro que se requieren reformas más profundas y transformadoras. Para abordar esta crisis, el Banco Mundial y sus socios han propuesto el marco RAPID, que aboga por realizar evaluaciones del aprendizaje, asegurar que todos los niños asistan a la escuela, priorizar la enseñanza de habilidades básicas, mejorar la eficiencia de la instrucción y fomentar el bienestar de los estudiantes.
Mirando hacia el futuro: la necesidad de análisis más profundos
Si bien los datos del PIRLS proporcionan una base sólida para entender la magnitud de la crisis, aún queda mucho por explorar. Factores como la desigualdad de género en el aprendizaje, las diferencias en la cantidad de clases de lectura semanales y el impacto de la pandemia en los hábitos de lectura de los estudiantes y sus familias requieren un análisis más exhaustivo. Los datos disponibles son un recurso público global que debe ser utilizado por investigadores y responsables de políticas en todo el mundo para mejorar los sistemas educativos. El futuro de la educación dependerá de nuestra capacidad para aprender de esta crisis y aplicar las lecciones de manera efectiva y equitativa.
Referencias:
Banco Mundial (2018). Advertencia sobre la crisis del aprendizaje.
PIRLS 2021. Estudio Internacional de Progreso en Comprensión Lectora.
Asociación Internacional de Evaluación del Rendimiento Escolar (AIE).
Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 4. Incheon, 2016.
Marco RAPID, Banco Mundial.
Ana Maria Miranda Tapias. Coordinadora de formación Integral, vinculada a la Institución Educativa Departamental Rural de Cantagallar (Piñón- Magdalena)
Reinaldo Rico Ballesteros. Docente tiempo completo Universidad de la Costa. Adscrito al Departamento de Humanidades (Barranquilla). Docente Institución Educativa Oficial Ondas del Caribe. (Santa Marta) Adscrito al área de Ciencias Sociales (Historia, filosofía, economía y política)