El internet, las redes sociales y, ahora, la inteligencia artificial (IA) han transformado nuestra sociedad. La IA debe verse como un aliado especialmente en el sector de la educación. Los estudios sobre la inteligencia artificial están en crecimiento dando la posibilidad de entrar en un campo de estudio aún en desarrollo.

Además, es una herramienta que posibilita nuevas estrategias que aporten a la calidad educativa, tales como, el desarrollo de entornos de aprendizaje personalizados para cada alumno, automatización de tareas administrativas, mejoras en las tutorías y rendimiento de los alumnos; sin embargo, trae consigo riesgos por su uso como comportamientos negativos, falta de privacidad y seguridad, los cuales hacen necesario abordar los principios éticos para el uso de estas, la alfabetización digital y el desarrollo de las habilidades.

Teniendo en cuenta lo anterior, es importante hablar sobre que la ética. La ética estudia las acciones y comportamiento del ser humano en sus diferentes esferas valorando los principios que avalan o desaprueban dichas acciones y comportamientos.

Desde las aulas de clases podemos ayudar en la construcción de una ética digital que aporte a enfrentar los riesgos por el uso de la inteligencia artificial, ya que debemos analizar que principios, acciones, comportamientos, derechos, deberes y valores son construidos socialmente. Como docentes debemos demostrarles a nuestros estudiantes que la IA es una herramienta positiva y debemos tener unos principios éticos que garanticen su uso responsable. Asimismo, debemos explorarla porque nos reta a transformar la forma en la que enseñamos y nos permitirá potencializar el futuro educativo.

Andrea Vesga

Docente del Departamento de Humanidades