Prototipar para Innovar: La Impresión 3D como Herramienta para el Diseño Sostenible

En la formación de un ingeniero industrial, diseñar no es solo proyectar ideas en un plano; es transformar necesidades reales en soluciones viables, eficientes y sostenibles. Este proceso formativo, desde una mirada pedagógica, implica ir más allá de la teoría y promover aprendizajes activos, donde el estudiante desarrolle competencias a través de experiencias significativas. En este sentido, la impresión 3D se ha convertido en una herramienta didáctica que posibilita el aprendizaje por descubrimiento, la resolución de problemas reales y la conexión entre teoría y práctica (Salinas, 2022).

Esta tecnología no solo destaca por su rapidez y versatilidad, sino también por su capacidad para anticipar errores, validar ideas y mejorar continuamente antes de llegar al producto final. Prototipar permite ver, tocar, corregir y aprender haciendo. Desde el punto de vista educativo, estas prácticas favorecen la construcción de conocimiento desde la experiencia directa, desarrollando habilidades como el pensamiento crítico, la creatividad y el trabajo colaborativo (Tiessen, 2016).

Además, como ingenieros industriales, tenemos la responsabilidad de diseñar con el usuario en el centro. Esto significa que no diseñamos para el usuario, sino con el usuario. Incluirlo en distintas etapas del proceso (desde la definición del problema hasta la evaluación del prototipo) garantiza que el producto final no solo funcione, sino que conecte con quien lo va a utilizar. Incorporar estas dinámicas participativas en el aula también potencia la empatía y la capacidad de escucha, habilidades esenciales en la educación del ingeniero del siglo XXI (UNESCO, 2020).

Otro aspecto esencial es el componente sostenible. Hoy en día, muchos materiales utilizados en la impresión 3D, como el PLA, se producen a partir de desechos orgánicos (cáscaras de frutas, restos vegetales y otros residuos biodegradables), lo que convierte esta tecnología en una aliada de la economía circular. Según Lipson y Kurman (2013), la impresión 3D no solo revoluciona la manera de fabricar, sino también la forma en que concebimos el diseño: más local, más personalizado y más responsable con el entorno. Esto no solo reduce el impacto ambiental, sino que también nos obliga a repensar cómo diseñamos y qué materiales usamos en nuestras soluciones.

En definitiva, el uso de la impresión 3D no es solo una habilidad técnica más: es una estrategia formativa para innovar con propósito. Nos invita a trabajar con más eficiencia, a validar con empatía y a responder con conciencia a los desafíos de la industria. Como docentes, debemos facilitar experiencias donde el prototipado se convierta en una oportunidad para aprender haciendo, reflexionar desde el error y construir conocimiento desde el compromiso social y ambiental.

Autor: Camilo Silvera Camargo

Profesor tiempo completo asistente 2

Dpto. de productividad e innovación

Referencias

Salinas-Navarro, D. E., Da Silva-Ovando, A. C., Mejía-Argueta, C., & Chong, M.  (2022). Reflexiones desde la práctica docente: experiencias de aprendizaje para la educación en Ingeniería Industrial en la pospandemia. Apuntes, 49(92), 151-182. https://doi.org/10.21678/apuntes.92.1745

Tiessen, R. (2016). Improving student reflection in experiential learning reports in post‑secondary institutions. Journal of Education and Learning, 7(3), 1–12. https://doi.org/10.5539/jel.v7n3p1.

UNESCO. (2020). Inclusion and education: All means all. Global Education Monitoring Report 2020. Recuperado de https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000373718

Lipson, H., & Kurman, M. (2013). Fabricated: The new world of 3D printing. John Wiley & Sons.

 

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