Para alcanzar una aproximación al concepto de calidad en educación superior, se debe atender a las circunstancias locales y nacionales, los contextos y tener una perspectiva de futuro. Lo anterior, para aportar un concepto de calidad, entendido como el conjunto de condiciones Institucionales que propenden por el aseguramiento del aprendizaje de los estudiantes y crea las condiciones para formar profesionales pertinentes, capaces de contribuir al desarrollo sostenible de su entorno, articulando para ello, la docencia, la investigación y la extensión.
 
Garantizar la calidad de la educación consiste en desarrollar un enfoque sistémico y holístico que sea capaz de atender a la inclusión, la equidad y al buen uso de los recursos, y  se pueda adecuar a los contextos nacionales y locales, abordando y resolviendo los obstáculos particulares que se puedan presentar.
 
Desde esta perspectiva, el aseguramiento del aprendizaje es un compromiso con la calidad, donde se asume todo un sistema de gestión del aprendizaje de los estudiantes que, a través de la innovación y la integración de la docencia, investigación y extensión, garantiza el cumplimiento del perfil de egreso, con el propósito de brindar a la sociedad ciudadanos capaces de constituirse en agentes de transformación social. Permitiendo, desde un paradigma crítico y desde el uso de los resultados de la evaluación del aprendizaje, el análisis, la reflexión, la toma de decisiones orientadas a la transformación de los procesos de enseñanza aprendizaje; que comprometan a profesores y estudiantes.
 
En este orden de ideas, el uso de los resultados de la evaluación del aprendizaje se consolida como una acción vinculante con los procesos de evaluación del aprendizaje y abre la posibilidad de ver la evaluación como un escenario de aprendizaje y no como el fin de línea del proceso educativo; este giro en la mirada, demandará de acompañamiento y trabajo en las Instituciones y en los actores que dinamizan los procesos de enseñanza aprendiza.

AUTOR:  Marcial Conde Hernández.